¿Sabías que una mala primera visita puede arruinar una venta o un alquiler? Si quieres que esto no te suceda, continúa leyendo y descubre los 10 aspectos a evitar a la hora de mostrar una vivienda.
Tal vez las prisas por el gran volumen de trabajo o el sumergirte en la rutina del día a día, te hayan llevado a cometer estos errores y no te estés dando cuenta. Párate, lee este artículo, reflexiona y analiza tu actividad para tratar de evitar estos 10 errores:
1. No estar preparado:
Y lo colocamos en primera posición porque, a nuestro parecer, es el error más importante que deberías evitar.
Cuando hablamos de no estar preparado nos referimos a carecer de las cualidades imprescindibles o formación inmobiliaria indispensable para todo agente y también al desconocimiento de la vivienda.
Antes de ir a una visita, revisa a fondo todos los detalles de la misma, sus características, condiciones de venta y esos aspectos que la hacen única y especial y que deberías destacar. Prepárate para saber responder a todas las preguntas y ofrece la mejor experiencia a tu cliente.
2. Llegar tarde a la cita:
Otros de los grandes aspectos a evitar a la hora de mostrar una vivienda.
No llegar a la hora acordada a la cita denota falta de profesionalidad y de organización, incluso puede ser considerado como una falta de respecto hacia el posible comprador que te está esperando. Deberías llegar incluso antes, para tener tiempo de preparar bien la vivienda y estar ahí cuando tus posibles clientes lleguen.
3. No saber adaptarte a tu interlocutor:
Como agente inmobiliario debes de ser capaz de detectar qué tipo de comprador tienes delante y adaptar la conversación a él. No es lo mismo tratar con una pareja de 65 años que con una persona joven que busca su primera vivienda. No olvides que es muy importante generar confianza, si te muestras como una persona distante, será complicado lograrla.
4. No conocer la vivienda previamente:
Demuestra que has estado antes en la vivienda y que la conoces perfectamente. Nunca muestres una casa que no hayas visto antes. Adelántate siempre a la visita y estúdiala a fondo, solo así serás capaz de presentarla correctamente al posible comprador y destacar todo su potencial.
5. Juzgar al posible cliente comprador por la apariencia:
Normalmente, la imagen y los prejuicios juegan malas pasadas. No te dejes llevar por las apariencias y no juzgues a tu cliente antes de conocerlo en profundidad. Tómate en serio a todas las personas que visiten la vivienda y trátales como si realmente fueran a comprar la vivienda. Esto es algo que se trasmite y que, sin duda, tu cliente va a notar. Hazle preguntas y trata de conocerle al máximo.
6. No haber preparado la vivienda para las visitas:
Antes hemos hablado de la gran importancia de conocer la vivienda previamente. Es igual de importante haberla preparado a conciencia para las visitas.
Ventila, sube las persianas o enciende las luces si fuera necesario, revisa que esté todo limpio y cuidado y trata de que la decoración de la vivienda sea lo más neutra posible, de este modo, al posible comprador le será mucho más fácil imaginarla decorada a su gusto. Recuerda que la primera impresión que se lleve el posible comprador sobre la vivienda resultará determinante a la hora de su decisión final.
7. Ir con prisa:
El cliente se merece (y espera) que le atiendas como si fuera la única cita que tienes cerrada en toda tu jornada. Ten presente que tu cliente no tiene la culpa de que tengas una agenda demasiado apretada. Planifica bien y con el tiempo necesario todas la visitas, porque no todas las viviendas necesitan del mismo tiempo para ser mostradas al detalle.
Haz que tu cliente se sienta cómo y que pueda observar y preguntar con tiempo y tranquilidad.
8. No detectar los signos de interés de tu cliente:
Las prisas, las distracciones, el estar pensando en la siguiente visita… Pueden hacer que no estés concentrado al 100% en la visita actual y que dejes pasar por alto signos de interés de tu cliente. Es fundamental que aproveches este tipo de señales para enfatizar todos los aspectos positivos de la vivienda. De este modo, tu cliente estará más cerca de tomar la decisión de comprar o alquilar la vivienda.
9. Omitir información relevante:
No debes de hacerlo nunca, ni con los aspectos negativos de la vivienda.
Seguramente la vivienda tenga defectos o desperfectos que no debes de omitir porque el cliente comprador lo va a detectar inmediatamente y esto hará que pierdas toda su confianza. Nunca mientas al visitante porque, además, tu profesionalidad quedaría en entredicho.
Todas las viviendas tienen detalles mejorables, ayuda a tu cliente a identificarlos y solucionarlos.
10. No ofrecer a una segunda visita:
El último de los aspectos a evitar a la hora de mostrar una vivienda, pero no por ello menos importante.
Después de una primera visita ofrece siempre una segunda. No des nada por hecho, por muy claro que creas tener que la vivienda no les gusta o no encaja con lo que están buscando.
Muchas veces, una vez que ha pasado un tiempo desde la primera visita o que se han visto otras viviendas, se cambia de opinión.
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