El sector inmobiliario crece en actividad en España.
Sin embargo, vender una vivienda puede llegar a ser difícil y costoso. Por eso mismo, los profesionales inmobiliarios ayudan a estar más seguros de las decisiones que se toman en el proceso de compraventa.
Según AGORA MLS, agrupación de profesionales del sector inmobiliario hay cinco miedos que son los más comunes entre los propietarios.
- Vender a un precio muy bajo
Los vendedores temen vender a un precio más bajo del que fija el mercado, por eso fijar el precio al que se va a vender una casa no es tarea fácil. Para ello, tal y como explica Moisés Ruíz, Gerente de AGORA MLS “los profesionales inmobiliarios sabemos que cuando acontece una venta de forma rápida es porque el precio es el correcto y hay numerosos compradores interesados en pagar ese importe por adquirir la vivienda”.
- ¿Cómo va a reaccionar el mercado?
Uno de los mayores temores de los propietarios viene cuando la vivienda hay que lanzarla al mercado, la incertidumbre reside en cómo va a reaccionar la demanda a esa oferta concreta.
Esta preocupación se acentúa de forma considerable en vendedores que necesitan el dinero, ya sea para comprar otra casa o porque necesitan saldar su deuda con el banco. Por eso resulta de gran ayuda conocer de antemano tanto el precio que podemos obtener por la vivienda como las condiciones en que se puede vender.
Las preguntas más comunes que se realizan los vendedores son las siguientes:
¿Qué pasa si después de poner a la venta la vivienda, nadie pregunta por ella? ¿Y si no se valoran las características del inmueble? ¿Y si no se tienen en cuenta las reformas y mejoras que tanto han costado realizar?
Estas son las dudas más generalistas entre todos los propietarios tras colgar el cartel de `se vende´. Pero tras las primeras reacciones por parte de los vendedores, normalmente estas preguntas desaparecen.
- El comprador no sigue adelante
Una vez que un propietario recibe una oferta y la acepta, el proceso de compraventa empieza a ponerse en marcha, pero en algunas ocasiones surgen problemas que paralizan la venta de esa vivienda: como el comprador se haya quedado sin trabajo, problemas financieros, trabas a la hora de conseguir financiación, etc.
Aunque en la mayoría de los casos los vendedores están preparados para seguir adelante con su plan inicial, como mudarse a otra vivienda. El hecho de que la otra parte paralice la operación genera un gran estrés al propietario del inmueble.
- Problemas en la inspección de la vivienda
En cada visita que un comprador realiza a un inmueble que este en venta puede encontrar fallos en la propiedad, que ni siquiera el propietario había reconocido previamente. Por eso mismo es importante tener todos los papeles en regla y no pasar por alto el Certificado de Eficiencia Energética tanto por la gran importancia que puede llegar a tener para un comprador, como por la obligatoriedad del mismo.
- Muchas visitas. poca o ninguna oferta
Es habitual que un propietario tenga que enseñar su casa en numerosas ocasiones antes de firmar la venta de un inmueble. Esto es algo que estresa de manera considerable al vendedor. Pese a que se haya preparado la vivienda para las visitas y el precio sea adecuado, puede ocurrir que la competencia de oferta similar en la zona atraiga a pocos compradores según AGORA MLS.
Desde AGORA MLS aseguran que “Vender piso lo puede hacer cualquiera, pero vender bien ya es otra cuestión. El propietario debe contar con el asesoramiento de un profesional inmobiliario que le ayudará a reducir el estrés que implica la venta de un inmueble».
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