Pensamos que lo tenemos todo bajo control, que nuestra casa es la más bonita, que el precio es el adecuado y que nos la quitarán de las manos en cuanto la pongamos en venta.
Sin embargo, cuando nos decidimos a dar el paso, las ofertas no aparecen, nadie pregunta por nuestra casa y nuestras esperanzas comienzan a caer en picado.
¿Qué ha ocurrido? ¿Por qué nuestra vivienda no ha tenido el éxito que esperábamos?
Para dar respuesta a estas preguntas, a continuación os dejamos con los 10 errores más comunes que cometemos los propietarios al vender una vivienda:
1. Poner un precio equivocado
En líneas generales, los propietarios solemos fijar un precio de salida por encima del precio de mercado.
El fuerte lazo emocional que nos une con nuestra vivienda, nos hace fijar un precio inadecuado que dificulta atraer el interés de los posibles compradores.
Por el contrario, si elegimos un precio demasiado bajo, estaremos perdiendo parte de la rentabilidad económica que podríamos alcanzar con la venta.
Para elegir el precio adecuado, tendremos que valorar una serie de elementos como los precios de la competencia, ubicación, estado, antigüedad, orientación y un largo etc.
2. No contar con la documentación necesaria
Parece sencillo, pero un posible comprador podría desestimar la compra de nuestra vivienda si no disponemos de todos los papeles en regla.
Un documento que muchas veces los propietarios pasan por alto, es el Certificado de Eficiencia Energética.
Se trata de un trámite que a día de hoy se ha convertido en obligatorio para vender y que no disponer de él puede llevarnos a importantes multas.
Es conveniente revisar la documentación sobre escrituras, manual del edificio, memoria de calidades, instalación eléctrica, porque en la inspección previa a la venta, será necesario disponer de ella.
3. Ocultar información
Debemos evitar generar falsas expectativas en nuestro comprador, de otra manera, lo único que conseguiremos será hacerle perder el tiempo a él, y además, hacérnoslo perder a nosotros.
Si en nuestro anuncio ponemos que nuestra casa tiene trastero, es importante que lo tenga. Si en el precio final incluimos el garaje, luego no podemos decidir cobrarlo a parte.
La transparencia y la honestidad serán valores cruciales en la venta de nuestro inmueble.
4. No sacar partido de los puntos fuertes
Que no debamos generar falsas expectativas no quiere decir que no debamos resaltar los puntos fuertes que tiene nuestra casa.
Si nuestra vivienda posee buena iluminación natural, si el parqué ha sido colocado recientemente o si nuestra bañera es de hidromasaje. Todo lo que aporte valor a nuestro piso deberá plasmarse claramente en nuestro anuncio.
5. Usar una decoración demasiado personal
Los compradores buscan una casa donde imaginar su vida. Una casa donde compartir y ver crecer a su familia. Pero a su familia, no a la tuya. Por eso, es importante que, al enseñar nuestra vivienda, esta se muestre totalmente despersonalizada y desvinculada con nosotros como actuales propietarios.
A día de hoy, muchas inmobiliarias ofrecen servicios de home staging que permiten una decoración despersonalizada tratando de realzar los puntos fuertes de nuestra vivienda y minimizando los débiles. El objetivo será hacer de nuestro hogar, una casa perfecta para la venta.
6. No usar fotografías
Parece algo obvio, pero hoy en día todavía resulta habitual encontrar anuncios en portales inmobiliarios sin tan siquiera una fotografía para mostrar.
Desde luego tus fotografías ganarán si están realizadas por un profesional especializado en ese tipo de imágenes, no obstante, tú también puedes hacer fotografías ‘decentes’ con tu móvil. Procura disponer de una buena iluminación y ordenar las habitaciones. Intenta que tus fotografías cuenten historias, pero sobre todo… ¡evita que tu reflejo aparezca en el espejo de la entrada!
7. Enseñar la casa en mal estado
Lo mismo que ocurre con las fotografías, en una primera visita tu casa debe mostrarse impecable. Procura limpiar, ordenador, usar un ambientador suave y elegir las horas del día en las cuáles tu vivienda luzca con mayor luz natural.
También podría ser el momento ideal para arreglar esos pequeños imperfectos que lleváis tanto tiempo ignorando. Esa puerta que no cierra, ese grifo que gotea o esa bombilla fundida en el dormitorio principal. Todo debe estar a punto para crear una buena impresión a nuestros posibles compradores.
8. Rechazar la primera oferta
Los vendedores tendemos a rechazar la primera oferta con la esperanza de que nos llegue otra mejor. Sin embargo, hay que tener en cuenta que cuanto más tiempo permanezca nuestro piso en el mercado, menor será el precio que podamos sacar por él.
Los compradores suelen desconfiar de los pisos que llevan cierto tiempo en el mercado ya que consideran que ‘algo malo deben tener’ para no conseguir ser vendidos.
9. Escoger al comprador incorrecto
Más vale pájaro en mano que ciento volando. Es decir, mejor aceptar una oferta segura a un precio inferior, que aceptar una oferta más elevada que morirá en el banco porque a nuestro comprador no le han concedido su hipoteca.
A la hora de elegir al comprador para nuestra vivienda, es fundamental exigir cierta seguridad y celeridad en el proceso. Y sobre todo, no quitar el cartel de se vende o cerrar la puerta a posibles visitas hasta que no se tenga la seguridad de que la operación acabará en el notario.
10. No elegir a un profesional
Vender una vivienda implica conocer ciertas nociones tanto legales como de mercado para que nuestro proceso no se acabe alargando ni convirtiendo en una verdadera pesadilla.
Vender una vivienda a través de una inmobiliaria adherida a un MLS local, nos asegurará contar con un gran equipo de profesionales a nuestra disposición y de nuestra vivienda.
Además, las MLS cuentan con un gran escaparate que ampliará las posibilidades de encontrar el comprador perfecto en un menor tiempo.
Estas son las agrupaciones de inmobiliarias que colaboran en el arco del mediterráneo: